Continuando con el sentido de la perdida de privacidad a causa de la invasión del modernismo y desarrollo. Nos lleva a preguntar que pasa con las regulaciones, que analizaremos mas adelante.
Si bien se entiende que el territorio es un ambiente dinámico, en el que la relación hombre y medio siempre se ven involucrados interactuando e interviniendo el uno en el otro mutuamente cabe analizar el nivel de afectación que se causan.
Si bien siempre, se manifiesta de modo más fácil la percepción de los cambios e intervención en el medio físico-territorial, el aspecto psicológico, personal y sentimental del hombre siempre pasa a segundo plano.
Conjuntamente con la entrada anterior queremos referirnos como estipula el Geógrafo Yi Fu Tuan quien trata de reflejar en su libro “Topofilia” una mirada comparativa relacionando «todos los vínculos afectivos del ser humano con el entorno material», otorgándoles valor sentimental de lazos a los individuos con su entorno.
El punto en cuestión, es el impacto sentimental del individuo quien se ve afectado por el cambio de su entorno. Si bien se puede pensar que un edificio solo es una estructura de concreto de quizás modo subjetivo de –bonita apariencia- el individuo no valora inicialmente lo que esto le puede causar. A medida que la construcción finaliza y este nuevo edificio es habitado, al que de modo paralelo podemos denominar como una nueva comunidad que a su vez puede causar un método de segmentación del lugar (estatus), este presentara para el individuo nuevas problemáticas…..LA INVACIÓN.
Se puede avalar que es una causal de modo “inocente”- surge de un sin querer-, es decir, que si bien en la construcciones se analizan el nivel de impacto paisajístico o leyes de obstrucción de panorámicas, debería existir una regulación mucho mas valorada que respete la privacidad de los “vecinos” que rodeen el entorno de la nueva construcción.
El nivel de impacto que causa la invasión espontánea de la privacidad del otro, es muy significativa y podemos analizar el ¿Qué tan solo estamos? ¿Qué tan vigilado nos encontramos?....de hecho podemos concluir que es un propulsor de sicopatismo, de persecución, hasta valorarlo como hoy en día están tan de moda un reality del cual nosotros mismos somos participes. Somos espiados, vigilados, controlados por extraños los que ya sin haber querido ya conocen nuestras rutinas y modo de actuar...
Y hacia donde miramos entonces?
Fuente: extracción pagina en linea.
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